La tesis con la que concluyó el Master of Philosophy en el Departamento de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Durham, Inglaterra, titulada “De la organización de base, a la movilización de masas en Nicaragua: El caso de Esteli” marca el inicio de lo que sería su primera época de trabajo antropológico: había que obtener un entendimiento de las bases del modelo para poder orientar los trabajos posteriores. En definitiva, la necesidad de conocer toda clase de datos sobre condiciones de vida tanto materiales como espirituales de los sujetos de estudio – incluyendo estados de ánimo, palabras precisas utilizadas por los interlocutores y sus diversas reacciones en el momento – antes de perfilar propuestas de solución.
Su asesor de tesis, el Profesor Norman Long, en una carta a la Fundación John D. and Catherine T. MacArthur pocas semanas antes del asesinato de Myrna se refirió a ella en los siguientes términos: “Fue una estudiante muy talentosa que obtenía excelente información de campo y que escribió una tesis sobresaliente sobre el tema de la organización social al nivel local”.
En 1986, como resultado de las discusiones alrededor de las iniciativas para crear un centro de investigación ligado a las necesidades de los sectores populares, funda, junto con otras personas del entorno de Inforpress Centroamericana, la Asociación para el Avance de las Ciencias Sociales en Guatemala, AVANCSO, con el objeto de estimular un mayor desarrollo de las ciencias sociales. AVANCSO y personalmente Myrna Mack desarrollaron estrechas relaciones profesionales con instituciones académicas y con intelectuales de renombre. Prestigiosas universidades e instituciones extranjeras – entre otras la Fundación Ford, EEUU; la Autoridad Sueca de Desarrollo Internacional; la Universidad de Georgetown, EEUU; y la Universidad de California en Berkeley, EEUU – financiaron diversos proyectos de AVANCSO, en especial aquellos vinculados con comunidades rurales que abandonaron sus lugares de origen, a raíz de las masacres cometidas en gran escala por las fuerzas militares a principios de los años ochenta.
Myrna Mack dio voz a los desplazados internos a través de sus estudios minuciosamente documentados y de sus publicaciones en Guatemala y en el extranjero. Ella difundió las condiciones reales de vida de los desplazados y expuso la responsabilidad de los militares en el diseño y aplicación de las políticas estatales referidas a estas poblaciones. De hecho, uno de sus principales aportes a las ciencias sociales guatemaltecas y a la sociedad en general, fue el proponer como categoría analítica la de desplazado interno y demostrar la existencia de este sector de la población.
En 1988 inició el estudio titulado “Política institucional hacia el desplazado interno en Guatemala” publicado en marzo de 1990 en el Cuaderno no. 6 de AVANCSO. Como paso previo, en la Primera Conferencia Internacional sobre Refugiados Centroamericanos (CIREFCA), de Naciones Unidas, había presentado un borrador de este trabajo, que tuvo difusión nacional e internacional.
El Profesor Long escribió sobre Myrna: “Dadas las dificultades generales y lo arduo de esta tarea, muchos investigadores evitan comprometerse a una exposición tan profunda al campo guatemalteco, pero no la señora Mack, a quien considero uno de los mejores etnógrafos que conozco en Centroamérica”.
Al momento de su muerte, Myrna Mack estaba trabajando en una investigación complementaria de las anteriores que trataba especialmente el tema del reasentamiento de los retornados, tanto refugiados como desplazados internos. AVANCSO publicó este estudio tras su asesinato como el Cuaderno de Investigación No. 8, bajo el título “¿Dónde está el futuro? procesos de integración en comunidades de retornados”.
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